viernes, 24 de abril de 2009

TU VIDA NO CONSISTE EN TUS BIENES

"Asi es el que hace para si tesoro, y no es rico para con Dios". Lucas 12:21

Muchos creen que lo más importante es tener posesiones en esta tierra y cuantas más sean, mejor.
Este mundo en el cual nos movemos y que por nuestros sentidos naturales que sólo perciben lo físico, piensa, que las soluciones tienen que ser necesariamente físicas. La carrera de las personas es por lograr tener riquezas y no sólo eso, sino también desean hacerse de poder.
Nuestro Señor Jesús muchas veces aprovechaba las preguntas o peticiones de algunas personas, que se le acercaban e ilustraba la verdad, que es en el reino de los cielos. Recordemos que nuestro Señor dijo que buscáramos algo:
"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia". Mateo 6:33 a
Diferente a la justicia del hombre que es basada en criterios, opiniones, egoísmos y muchas cosas más. Mientras Nuestro Señor caminaba por diferentes lugares, las multitudes le seguían sintiendo una curiosidad muy grande por lo que había de hacer o enseñar. Un día apareció de en medio de la multitud un hombre diciendo:
"Maestro, di a mi hermano que parta (reparta) conmigo la herencia". Lucas 12:13b.
Creemos que Dios es aquel que va a dar arreglos a los desacuerdos, Dios está más preocupado en que el hombre conozca y entienda lo que es su reino y su justicia. Por eso el Señor le contesta:
"Mas él le dijo: Hombre, ¿Quién me a puesto sobre vosotros como juez o partidor?". Lucas 12:14
Pensemos por un momento las leyes de tránsito son para estipular sólo un orden o también para diferenciar lo que es aprobado o reprobado, de lo cual se puede emitir un juicio de culpabilidad o inocencia, dios en su eterna sabiduría, sabiendo que el hombre estaba apartado de El, no porque se portara mal, sino porque existía una barrera llamada pecado:
"Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios". Romanos 3:23
La destitución quiere decir "faltos" de poder ver o entrar en su reino, lo cual impide al ser humano entender las cosas de Dios.
El Señor después de sacar a Israel de Egipto los reunió en el monte Sinaí con el propósito de enseñarles lo que se constituiría en la ley para ellos, para que puedan entender que el que transgreda esta ley es culpable y así poder entender las obligaciones que hacen un camino perfecto para cada ser humano. Pasados muchos siglos el apóstol Pablo escribió lo siguiente:
"¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado?. En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás". Romanos 7:7.
Ese hombre no le estaba pidiendo a Jesús que su hermano pudiera compartir la herencia con él por lo que era justo, sino porque le gustaba el dinero. El Señor vió las intenciones de su corazón y utilizó esta situación para enseñarles grandes principios.
"Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia (codicia); porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee". Lucas 12:15.
El pensamiento del hombre en el mundo material es pensar que cuando una persona posee grandes bienes es feliz, con muchas posesiones cree que su vida está asegurada. ¡Qué lejos está de la verdad! el señor expresa:
"Porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee". Lucas 12:15b.
Todo lo que el hombre pudiera acumular en este reino material lo podrá gastar en este reino natural, pero existe un después y ¿Qué sucederá?.
"También les refirió una parábola, diciendo: la heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo donde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate". Lucas 12:16-19.
Este hombre tenía una mente racional, es un "hombre precavido", vale por cien, ¡Qué triste pensamiento!, él puede controlar sus bienes pero ¿quién controla su vida y tiempo que le es permitido vivir en esta tierra?. La Biblia nos dice:
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado". Eclesiastés 3:1-2
Pero por la lejanía del hombre con Dios este no tiene entendimiento, El estaba lejos y por eso hablaba con su alma y no con el Señor, ¿Cuántas veces habremos hecho lo mismo?, siempre queremos satisfacer nuestros deseos sin importar la consecuencia o menos si esto está en la justicia de Dios.
El Señor les enseñó el fin de esta parábola para que todos podamos pensar en algo demasiado importante: Alguien tiene la vida y la muerte en sus manos y tú no puedes decidir sobre su vida. Y contínua así:
"Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?". Lucas 12:20.
Cuanta gente en la existencia de nuestro planeta, en cada generación habrá perdido su alma porque la pidieron para llevársela y nadie en este mundo pudo impedirlo, ni negociar como se acostumbra decir: el dinero lo compra todo. Dios lo llamó Necio.
"Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Más tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos". Timoteo 6: 8-12
Recuerda que tú eres un hombre de Dios y que esta palabra es para tí, que hermoso sería que puedas hacer una promesa a Dios de andar como él te dice que andes.

DIOS TE BENDIGA

miércoles, 15 de abril de 2009

POR SU LLAGA

La Biblia nos dice:
"Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados". Isaías 53:5.
En este versículo es mencionada la palabra llaga, que significa: huella impresa, también dice que fue herido, es decir que tenía heridas que se convirtieron en llagas, o como dice el Interlineal Griego Español, tenía señales del sacrificio.
Antes de Jesucristo, los sacerdotes del templo de Dios hacían lo siguiente:
"Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados"·. Hebreos 10:11
¿Qué es lo que Jesús hizo?
"Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios". Hebreos 10:12.
La Biblia dice que él se ofreció una sola vez como sacrificio por los pecados, como cuando le hicieron las heridas por donde salió esa sangre preciosa, que derramó por todos los seres humanos, para que todos fuéramos perdonados y limpiados de ellos, y que ahora está sentado a la diestra de Dios, ¿Cómo puede ser esto posible si lo mataron?, él resucitó y vive por siempre, ¡aleluya!.
Pero lo que quiero decirte es que para matarlo le hicieron heridas en su espalda, cabeza, manos, pies y su costado, pero ahora ya no son heridas sino que son señales del sacrificio que las llamaremos llagas. Cuando Nuestro Señor resucitó se apareció a sus discípulos y a otros más, pero Tomás, uno de los apóstoles, no creyó, leamos lo que aconteció:
"Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costa, no creeré". Juan 20:24-25.
Tomás sabía que le hicieron esas heridas en su cuerpo y que la única manera de creer que él había resucitado es que esté vivo y que sus heridas estén en su cuerpo, sigamos leyendo:
"Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente". Juan 20: 26-27.
¿Te imaginas cuando Tomás miró las heridas y no sangraban sino eran señales de los clavos y su costado señal de lanza?, debió ser sorprendente; si hubiéremos estado en ese momento, si tú o yo hubiésemos sido Tomás, nos moríamos, tenlo por seguro.
Pero, fíjate con cuidado que lo que Tomás vió fueron llagas ya no heridas. Para estár más seguros de lo que estamos hablando recordemos que Jesús "Se ha sentado a la diestra de Dios", esto quiere decir que Jesús subió al cielo.
En el libro de Apocalipsis nos describe una escena cuando él subió y como eran y son sus llagas:
"Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado". Apocalipsis 5:6a
¿Qué significa la palabra inmolado?, la palabra inmolar significa: sacrificar de modo cruento una víctima a favor de la divinidad. Jesucristo está ahora en el cielo con la señal del sacrificio vivo, y lo más hermoso que leímos al principio de este estudio Bíblico fue Isaías 53:5.
"Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados".
La gente en todo el mundo puede ser sanada de todas sus enfermedades y sus dolencias porque por su llaga fuimos nosotros curados, ¡gloria a Dios!, entiende de una vez para siempre que tú no tienes que hacer nada para merecer ser sanado por Dios, no, de ninguna manera, sino que podemos todos ser sanados por sus llagas. Leamos este hermoso pasaje y esta declaración tan hermosa:
"Vino Jesús a casa de Pedro, y vió a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias". Mateo 8:14-17.
Si logras comprender y sobre todo tener fe de que por sus llagas ya fuimos nosotros curados, verás grandes cosas y podrás ayudar a aquellos que no conocen al autor de la salvación y al que tiene el poder de sanar toda dolencia y enfermedad.
Este mundo ignora lo que Jesús el Señor a hecho y es capaz de hacer por cada una de las personas, llevemos las buenas nuevas para este mundo que agoniza.


QUE DIOS TE BENDIGA